Reseña #25: Tokio Blues (Norwegian Wood) - Haruki Murakami

Sinopsis:

Toru Watanabe, un ejecutivo de 37 años, escucha casualmente mientras aterriza en un aeropuerto europeo una vieja canción de los Beatles, y la música le hace retroceder a su juventud, al turbulento Tokio de finales de los sesenta. Toru recuerda, con una mezcla de melancolía y desasosiego, a la inestable y misteriosa Naoko, l a novia de su mejor –y único– amigo de la adolescencia, Kizuki. El suicidio de éste les distancia durante un año hasta que se reencuentran en la universidad. Inician allí una relación íntima; sin embargo, la frágil salud mental de Naoko se resiente y la internan en un centro de reposo. Al poco, Toru se enamora de Midori, una joven activa y resuelta. Indeciso, sumido en dudas y temores, experimenta el deslumbramiento y el desengaño allá donde todo parece cobrar sentido: el sexo, el amor y la muerte. La situación, para él, para los tres, se ha vuelto insostenible; ninguno parece capaz de alcanzar el delicado equilibrio entre las esperanzas juveniles y la necesidad de encontrar un lugar en el mundo.

Mi opinión:

Hace mucho tiempo que tenia ganas de leer algo de Haruki Murakami y decidí comenzar con Tokio Blues, asi que les contaré lo que me pareció mi primera experiencia con este escritor.

La historia esta compuesta por una serie de flashbacks de nuestro protagonista Toru Watanabe que relatan diferentes experiencias que vivió durante su adolescencia. Por esto, el libro trata asuntos que parecen ser bastante cotidianos pero desde la visión de un personaje único quien ve todo de una forma bastante simple, que no se cuestiona los sucesos más de lo necesario y tampoco enjuicia a las personas, simplemente sigue la corriente de la vida y toma las oportunidades que se le presentan, sin siquiera encasillar lo que hace o a las personas en buenas o malas, acepta todo tal como llega a su vida. Aunque debo agregar que el personaje evoluciona de manera continua y podemos observar su crecimiento hacia la madurez a lo largo de su relato.

"La muerte no se contrapone a la vida. La muerte había estado implicita en mi ser desde un principio. Y éste era un hecho que, por más que lo intenté, no pude olvidar. Aquella noche de mayo, cuando la muerte se llevo a Kisuki a sus diecisiete años, se llevó una parte de mi" - Toru Watanabe.

El libro es muy poético, esta lleno de frases preciosas, de esas que te hacen detenerte mientras estás leyendo para saborearlas un momento, esto gracias a los pensamientos de nuestro protagonista y a los diálogos que mantiene con los demás personajes que son bastante inteligentes, interesantes y fluidos. Además el libro tiene un inicio rápido y divertido con situaciones que sacan más de una sonrisa.

Todos y cada uno de los personajes son bastante excéntricos, complejos y están rodeados de mucho misterio, por esto creo que los momentos más vivos y entretenidos de este libro son las conversaciones que mantienen, ya que aquí es donde son capaces de mostrarse a sus anchas y quitarse la funda de misterio que los envuelve siendo incitados a esto por la gran sinceridad del protagonista, que justamente es su atributo más importante. Definitivamente los diálogos son los mejor del libro, la expresión de estos personajes hace a este libro único, mostrando como la humanidad de cada uno se manifiesta de formas muy diferentes.

"- La mañana es la parte del día que más me gusta - dijo Naoko -. todo parece que acaba de empezar. Por eso, cuando llega el mediodía, me siento triste".

A pesar de que todos los personajes secundarios destacan de alguna forma y además estos no son muchos debido a la inclinación solitaria de Watanabe, hay dos que llaman la atención de sobremanera: Naoko y Midori. Estas dos chicas son totalmente opuestas en personalidad, Midori es una chica que consiguió muchas veces irritarme y llegué a odiarla en algunos diálogos que comparte con el protagonista, ya que es muy extrovertida y dice todo lo que se le pasa por la cabeza sin pensarlo, en cambio Naoko es una chica sensible y tranquila, un poco inestable por asuntos de su pasado, pero que es mucho más comprensiva y agradable. Pero, si ambas tienen algo en común, es el misterio que rodea sus vidas y a través de los recuerdos del protagonista vamos conociendo a estas dos chicas y entendiendo sus comportamientos un tanto erráticos.

En resumen, es un libro de lectura tranquila, no adictiva que está hecho por sus extraordinarios personajes y no por lo sucesos, que son mas bien ordinarios, además la muerte es un tema recurrente desde el inicio hasta el final, prácticamente todos los personajes parecen estar marcados por ella de alguna u otra manera. Aunque también debo agregar que muchas veces la historia se me hizo monótona y aburrida, pero en cuanto el protagonista se comunicaba de alguna forma con un personaje cualquiera, ésta se encendía y se volvía mucho más fluida. 

A quien gusta de la literatura llena de metáforas y frases para pensar, sin duda este libro le gustará, ya que en si, el libro representa una gran metáfora de vida y muestra que las personas son mucho más de lo que parecen, que están llenas de conflictos y deformaciones. Aunque personalmente me sentí un poco abrumada por tanta realidad, por los hechos que sobrepasaban a los personajes y como estos decidían enfrentarse a ellos, por lo cual muchas veces me sentí incomoda en la lectura ya que no logré establecer un lazo con el protagonista,  sentía un vacío constante en sus decisiones y movimientos, pero claramente este libro va más alla de eso y es una obra literaria de gran calidad de principio a fin.

Gracias por pasar!